El marco legal actual en materia de políticas de conciliación "no está adaptado a la realidad social de la estructura familiar existente en España", según ha informado el doctor en Derecho y especialista en Derecho del Trabajo, Carlos Arroyo Abad.
En la actualidad, ha añadido, "además de una precariedad laboral, existe una crisis en la conciliación porque hay una ausencia de una política correcta adaptada a la realidad social, que es un elemento trascendental y que actualmente no se está viendo".
Arroyo Abad, quien también es profesor del Máster en Asesoría Jurídica de Empresa de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), ha precisado que uno de los mayores problemas en materia de conciliación es que, en el ámbito normativo, "no está identificada la realidad social actual de lo que es la familia".
Para él, "se está aplicando uno de los estándares normativos que está bien, pero que es muy general y no se atiende a la realidad que demanda la familia hoy en día".
Cree que "una errónea política de conciliación en personas con mayor riesgo de exclusión conlleva un riesgo de exclusión social muy elevado" para estos colectivos.
En su opinión, es "crucial adaptar las políticas a los nuevos modelos sociales y adaptar la conciliación a los nuevos modelos productivos, para lo cual es fundamental apoyarlo en la política social de la empresa".
En este contexto, ha considerado que "no se están dando pasos" en la legislación en la consideración de los modelos familiares actuales y "el legislador va por detrás de los cambios que están produciendo en la sociedad, claramente".
Como ejemplo, ha detallado que, en la actualidad, "los modelos de las últimas políticas van encaminados a la corresponsabilidad de las cargas familiares, que está muy bien, pero no se tiene en cuenta la realidad de las familias monoparentales en el marco de uniones complejas".
Antes de la crisis, "no se conocía la realidad de las familias complejas (abuelos que han tenido que acoger a una hija divorciada que, a su vez, tiene un hijo a cargo), salvo en determinadas regiones", ha dicho, y esta realidad, actualmente, "no tiene cobertura en las políticas de conciliación".
Respecto al marco laboral, también ha subrayado que las políticas de conciliación son "claramente insuficientes porque debieran ayudar a jugar con elementos como la flexibilidad de la jornada laboral o el desarrollo del trabajo a distancia (teletrabajo)", pero para ello, "esas políticas se tienen que apoyar en la empresa, que es la que realmente conoce sus necesidades".
En el ámbito de la flexibilidad horaria, ha informado, "tan solo uno de cada nueve españoles tiene horario flexible", una de las cifras más bajas de Europa; mientras que la media europea es que una de cada cuatro personas tiene telebrabajo, que en España es de una de cada catorce.